El poeta Luis García Montero ha presentado esta mañana, en la provincia de Sevilla, el partido político Izquierda Abierta, liderado por el diputado Gaspar Llamazares, y que “nace para que IU dialogue y crear un frente amplio que devuelva a la izquierda el sentido de la fraternidad”, con la finalidad de que “quien piense de manera distinta, en el campo de la izquierda, no sea considerado un enemigo, sino un compañero de viaje”.
Unir a la izquierda para derrotar a la derecha y construir una IU más amable son los objetivos de Izquierda Abierta (IAb), el nuevo partido político presentado hoy en la localidad sevillana de Herrera por el poeta Luis García Montero, uno de sus más importantes referentes intelectuales, y por Lucía Márquez, la coportavoz andaluza de la formación que lidera el diputado Gaspar Llamazares.
“No nos concebimos como un partido político que vaya a competir con nadie, sino que nacemos para que IU dialogue y cree un frente amplio que nos devuelva una militancia amable con sentido de la fraternidad”, ha afirmado el escritor y catedrático de Literatura García Montero.
En este sentido, la coportavoz andaluza de IAb, Lucía Márquez, está convencida de que “nos encontramos ante una situación de emergencia social”, para lo que “es imprescindible recuperar la democracia y situarla en el centro” del debate político de la izquierda. Márquez asegura que “resistir ya no es suficiente”, sino que “urge” un proyecto unitario de la izquierda plural “que defienda el bien común que hace posible que el hijo de un jornalero acceda a la universidad”.
Por su parte, García Montero sostiene que IAb tiene que ser el vehículo para que la “rebeldía” y la “protesta” tomen cauces institucionales “que frenen los pies a los mercados” y al sistema bipartidista “cómplice” con los poderes financieros “representados en la troika”. El Premio Nacional de Literatura asegura que será “insuficiente” si IU sube unos cuantos diputados, “si eso no hace posible gobernar y romper la connivencia entre PP y PSOE y deslegitimar a la oligarquía financiera hereredada del Franquismo”.
Por todo ello, García Montero interpela a la izquierda a ser “ambiciosa” para construir una militancia “más amable” en la que puedan convivir feministas, ecologistas, republicanos, federalistas e incluso las clases medias “que pensaban que no eran de izquierdas, pero que están siendo empobrecidos por la avaricia del capitalismo”.
Izquierda Abierta dice querer “meter” en las instituciones listas mayoritarias capaces de ganar al bipartidismo para modificar la Ley Hipotecaria, defender las pensiones públicas y “evitar” que la Sanidad y Educación públicas sean un “negocio privado”.
En definitiva, de lo que se trata es de la conformación de un frente amplio para “devolver el sentido de la fraternidad” a la izquierda para que “quien piense de manera distinta en el campo de la izquierda, sea considerado un compañero de camino, y no un enemigo”.
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